Ma. Jesús González González
Geografía humanística iniciada en la década de 1970 en el mundo anglosajón, con un enfoque fenomenológico y existencialista como una crítica al positivismo lógico dominante en ese entonces en la disciplina.
Surge una visión más humanizada que destaca los aspectos humanos a partir de los significados, intenciones o propósitos, valores y principios del grupo humano. Se trata de un conocimiento empático a través de la experiencia vivida.
“La geografía humanista es un desarrollo lógico del descubrimiento en geografía de la dimensión subjetiva y de la experiencia personal” (CAPEL, H. 1981.)
Propone una metodología inductiva que permita interpretar las relaciones entre el ser humano y el medio. Encaminada a estudiar el “espacio geográfico vivido” En vez de tener como objetivo la búsqueda de leyes generales, ahora se pretende una comprensión de los hechos que se logra a través de un contacto de los mismos desde dentro. El geógrafo participa y se compromete con lo que estudia.
La geografía humanística se apoya en doctrinas filosóficas del existencialismo y la fenomenología.
Existencialismo: filosofía del ser humano en el sentido total de su existencia. Se refiere a la vida emocional, sentimientos, estados de ánimo, a través de los cuales la gente se implica en el mundo. Difiere de la ciencia positivista por el énfasis concedido a la experiencia personal, conocimiento por participación más que por observación, el énfasis en la subjetividad respecto a la objetividad.
Fenomenología: significa el estudio del fenómeno (algo que aparece o se presenta a alguien), implica la descripción de las cosas como las experimenta uno. Estas experiencias incluyen la vista, el oído, y otras relaciones sensoriales como creer, recordar, imaginar.
La geografía humanística mira el entorno y ve el lugar, es decir, una serie de localizaciones en las que la gente vive, tienen experiencias y encuentran un significado.
La simple mención de lugar como centro de experiencias vitales significa para los positivistas la sospecha de que la geografía humanística es acientífica e incapaz de producir generalizaciones más allá de la opinión personal.
La geografía humanística rechaza tanto la teoría como el método de la mirada positivista de la geografía.
[Los conceptos se transforman: paisaje, región]
El lugar es definido como un centro de significado o foco de nexo emocional más que como un mero punto físico en el espacio.
El lugar no tiene escala. La casa, la plaza, el pueblo o el paisaje de una comarca o región pueden ser lugares, puesto que todos ellos –después de una relación íntima y cotidiana– pueden convertirse en símbolos de nuestras aspiraciones, frustraciones, emociones y experiencias pasadas y presentes. (Nogué – The interpretation of ordinary landscapes)
Relph: si la geografía está interesada en la comprensión de la gente a nivel humano, la fenomenología tiene mucho que ofrecer. Un conocimiento práctico de los lugares es esencial para la existencia humana en el mundo. Considera el lugar como un fenómeno de la geografía del mundo vivido en las experiencias cotidianas. Fuerte relación entre la comunidad/colectividad y el lugar, reforzando la identidad recíprocamente. En la experiencia personal y colectiva de lugares concretos hay una fuerte vinculación que constituye “nuestras raíces en los sitios”. Un sentido auténtico de lugar implica estar y pertenecer a él como individuo y miembro de la colectividad. Dado el avance tecnológico y el aumento de la movilidad se ha debilitado la capacidad simbólica de los lugares. La falta de conexión afectiva con el lugar está bastante extendida y tiene que ver con la forma de tomar decisiones de un anónimo “ellos”. Es la forma dominante de las sociedades industrializadas y equivale a una ausencia de sentido de pertenencia a un lugar. La tendencia es hacia un entorno con pocos lugares significativos, una geografía sin lugares.
Yi-Fu Tuan da mayor énfasis a la imaginación del entorno. Analiza el nexo afectivo entre la gente y el lugar, subrayando las formas de percibir el entorno. Los lugares tienen capacidad para crear imágenes. Ciertos lugares tienen gran capacidad para excitar sentimientos de topofilia o lugares con los que el hombre establece lazos afectivos ya que evocan experiencias agradables.
Buttiner: la identidad personal y cultural están muy ligadas a la identidad del lugar.
D. Ley: así como el lugar no tiene significado sin el sujeto, el sujeto tiene una identidad indefinida cuando es separado del lugar.
La geografía humanística fue objeto de críticas: no hay explicación de la constitución del objeto, ausencia de método e interpretación subjetiva y voluntarista de la idea fenomenológica de la intencionalidad. Confunde el mundo de las ideas con la realidad objetiva, la producción científica es meramente descriptiva y no hay una metodología especificada.
No es solamente un espacio producido en sentido de los mecanismos económicos, sino que también es creado; para crearlo es necesario organizarlo a la medida de los seres humanos, no a la inversa. pero cuando se quiere organizar un espacio, se ve que el propio hombre que lleva a la práctica la ordenación de su territorio, ya está alineado, ha caído en la utopía.